martes, 6 de enero de 2009

Un regalo de reyes: una biblioteca


Cada año con la llegada de los Reyes Magos, recuerdo uno de los regalos que recibí cuando tenía 8 años y que me decepcionó mucho: una biblioteca infantil.

Eran casi 100 libros de la literatura universal, algunos en la versión completa y otras en versiones abreviadas, pero sin adaptación, en una edición muy cuidada, incluso venía con una estantería para mi habitación.
No sé en qué momento leí el primer libro, lo que sí sé es que no paré hasta que a los dos años, había agotado la colección. Aquel regalo me había convertido en una adicta a la lectura, una de las mejores adicciones que he tenido en la vida. Además, me abrió un amable camino de entrada al arte, la historia y la cultura universal.

Muchas veces me pregunto si he sido o seré capaz de brindar a mis hijos y nietos un regalo tan mágico que les cambiara la vida y cuánta conciencia tuvieron mis padres de todo lo que implicaría la elección de ese regalo de “reyes”.