Hoy he elegido esta imagen porque me recuerda uno de los consejos de Hemingway, que dice más o menos así: cuando escribas ten en cuenta a todo el iceberg, pero muestra sólo la punta.
Tal vez, no sólo sea un excelente consejo para la creación literaria, creo que se podría aplicar a todos los intercambios humanos.
Aunque creemos conocer a alguien en profundidad, siempre queda la parte sumergida, tal vez la mejor, la que da sustento a la magia de esa persona.
¡Sería tan aburrida la vida si en cada ser humano, en cada suceso, en cada obra de arte no hubiera un iceberg que nos desafiara a tratar de comprender, de desentrañar el verdadero significado!
¿No es fascinante ese deseo que nos implusa a sumergirnos para conocer, aunque sea la sombra de la verdad?