Hola!!
Hoy inicio un camino que buscará rescatar otras voces y otras palabras, para atenuar la soledad de la escritura, para compartir el miedo a la propia expresión y sobre todo para compartir las preguntas. Si no nos interrogamos, si no interrogamos al mundo y a la vida ya no nos quedará nada por vivir.
¿Y después de las preguntas? Buscar y escuchar las respuestas las propias, las oscuras y escondidas y las de los otros, las que nos llegan como una herencia, las que nos hieren o nos serenan, las odiadas y las amadas.
¿Será que escribir es interrogarse acerca del mundo? Será que escribo, escribimos para encontrar esa respuesta que se nos escapa que nos elude o que eludimos y a la que aludimos cuando nos ponemos solemnes con una copa en la mano o escribiendo en un blog?
Hoy inicio un camino que buscará rescatar otras voces y otras palabras, para atenuar la soledad de la escritura, para compartir el miedo a la propia expresión y sobre todo para compartir las preguntas. Si no nos interrogamos, si no interrogamos al mundo y a la vida ya no nos quedará nada por vivir.
¿Y después de las preguntas? Buscar y escuchar las respuestas las propias, las oscuras y escondidas y las de los otros, las que nos llegan como una herencia, las que nos hieren o nos serenan, las odiadas y las amadas.
¿Será que escribir es interrogarse acerca del mundo? Será que escribo, escribimos para encontrar esa respuesta que se nos escapa que nos elude o que eludimos y a la que aludimos cuando nos ponemos solemnes con una copa en la mano o escribiendo en un blog?
2 comentarios:
Escribir es interrogarse? Con esta pregunta Susana nos invita a su espacio virtual que lo define como lugar de encuentro para los que quieren y/o necesitan escribir. En esta primera intervención deseo escribir sobre el acompañamiento vital y también literario que nuestra Blogger me brindó en Argentina hace unos (pocos) años.
En esos tiempos teníamos una buena costumbre: salir a caminar por el barrio, un sitio arbolado y de jardines cuidados, que precisamente se llama “Ciudad Jardín”. Mientras apurábamos el paso de modo de cumplir con nuestro ritmo fitness (sic) nos empachábamos de conversaciones. Hubo un período en el que mi tema obsesivo era la tesis de licenciatura en historia que necesitaba completar. Susana me escuchaba con mas cariño que paciencia y sugería procedimientos, atajos, indicios, que aún puedo distinguir cuando repaso aquella escritura que acabó titulándose “Pensar la tradición nacional”. El jurado de evaluación designado por la Universidad Nacional de Luján distinguió el trabajo particularmente por la forma que adoptó su escritura y eso fue mérito de Susana.
De regreso de las caminatas nos regalábamos un café caliente con edulcorante mientras seguíamos discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Podría contar más, pero acá me detengo. Creo que cumplí con mi deseo: aportar desde mi experiencia al perfil de Susana como coach literaria y animar a los lectores de este blog que anden con obsesiones parecidas a aquella que me atormentaba a escribir sobre ello y alivianar el peso. En el recorrido habrá mas preguntas, de cada pregunta que podamos formularnos alumbraremos un concepto ¿de qué se trata la escritura, mi amiga, sino de alumbrar ideas?
Desde Argentina un abrazo, Silvia Pignat
Por fin no estaremos tan solos quienes estamos de algún modo en el camino de la escritura. Sí, tal vez escribir sea interrogarse acerca del mundo. Hay que ser valiente para enunciar las preguntas, hay que ser valiente para digerir las respuestas. La valentía no es un estado permanente, sino más bien momentos. En los otros momentos, los de no valentía, es bueno sentirse acompañado. Ahora que estamos lejos, es bueno que existan los blogs. Seguiré periódica y ansiosamente Coach de escritura.
Un abrazo.
Marisa
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